El objetivo es la preservación de las 1.500 especies de mamíferos, entre ellos el amenazado yaguareté; 300 variedades de peces y una compleja flora, la cual solo en el Parque Nacional Iguazú registra 250 tipos de árboles y 50 de orquídeas.
Los 330 millones de pesos y 3,5 millones de dólares del Fondo Verde del Clima que el Ministerio nacional de Ambiente y el gobierno misionero acordaron días pasados inyectar en la Selva Paranaense buscarán optimizar las tareas de ambas jurisdicciones en esa ecorregión.
En sus orígenes, la selva cubría 100 millones de hectáreas al sur de Brasil, el oriente de Paraguay y el noroeste de Argentina. De ellas, hoy en día perduran tan sólo 5,8 millones de hectáreas, de las cuales Misiones alberga uno de los núcleos mejor conservados. El yaguareté encuentra en la selva misionera uno de los últimos refugios de su población en Argentina: se estima que quedan menos de 60 ejemplares en la zona.
Sólo en el Parque Nacional Iguazú se registran unas 250 especies de árboles y 85 variedades de orquídeas, cerca de 500 especies de aves (la mitad de las especies del país) habitan en esta ecorregión. Existen varios estratos arbóreos, con un techo de 20 a 30 metros de altura -hay algunos ejemplares aislados de hasta 50-, con una altísima densidad de árboles.
Según un artículo de Guillermo Gil, biólogo e integrante del Programa Bosque Atlántico de Aves Argentinas, publicado en el sitio Argentina Forestal, «en una sola hectárea de selva puede haber desde 373 a 791 árboles, con presencia de entre 55 y 73 especies y sólo en el Parque Nacional Iguazú, existen aproximadamente unas 400 especies de hongos y 178 especies de hormigas». Este Parque es uno de los sitios más estudiados de la selva paranaense: entre 1987 y 2013 se solicitaron 332 permisos de investigación, de ellos un 62% sobre fauna y un 28% sobre flora; el otro 10% asociado a hongos, turismo, entre otros.
En los últimos tres años se descubrieron en Misiones 13 especies nuevas para la ciencia: 5 peces, una planta, un gusano cilíndrico, un gusano plano, dos chinches, una avispa, una araña y una abeja. En la Argentina, Misiones posee el mayor bloque de selva continua que aún permanece en pie, y ocupa cerca del 50% de la superficie de la provincia, con 1.128.343 hectáreas de monte, que conforman lo que se conoce como el Corredor Verde. Sólo en el Parque Nacional Iguazú, con 67.620 hectáreas, se registran aproximadamente 250 especies de árboles y 85 variedades de fascinantes orquídeas.
Es uno de los bosques más diversos del país, el de mayor biodiversidad del continente luego del Amazonas, siendo refugio natural de grandes animales como el yaguareté (Panthera onca), el águila harpía (Harpia harpyja), el zorro pitoco (Speothos venaticus) y la corzuela enana (mazama nana). Se trata de uno de los ecosistemas más amenazados del mundo, debido a la tala masiva y a la explotación de su fauna: en su territorio, solo un 10% de su superficie está protegida.
Por su dedicación al cuidado de la diversidad y la Selva Paranaense, el ministro de Ambiente, Juan Cabandié confirmó la semana pasada que Misiones recibirá una compensación ambiental por su dedicación al cuidado de la biodiversidad y la Selva Paranaense. «El gobernador ha solicitado hace unos meses una compensación y a partir de ese pedido nosotros hemos dado discusiones al respecto para que el fondo del bosque sea incrementado y estamos a días de que se anuncie el decreto», afirmó. Agregó que «Misiones recibirá en términos de fondos de bosque 330 millones de pesos más 3,5 millones de dólares del Fondo Verde del Clima» (GFC, por sus siglas en inglés).
Entre otros, su propósito es «cuidar nuestro principal activo que es la Selva Paranaense», señaló en diálogo con Télam el ministro de Cambio Climático local, Gervasio Malagrida, quien destacó especialmente la ley de Humedales, recientemente aprobada por la legislatura provincial. Malagrida explicó que la importancia de la Ley de Humedales radica en que «toma en cuenta la importancia de los humedales como sumideros de carbono su protección cuando viene la temporada de sequía».
Días pasados, Cabandié visitó la provincia y resaltó que «Misiones es la primera del país que cuenta con esta ley de los Humedales, la cual nos va a servir para llevar las discusiones para que otras provincias puedan tener su norma y para que finalmente podamos tener la ley nacional». La Selva Misionera o Paranaense es un ecosistema altamente amenazado debido a la deforestación y explotación de su fauna y recursos hídricos, razón por la cual existen diferentes proyectos para proteger la selva y su fauna. Por ejemplo, desde hace muchos años el Gobierno de Misiones creó un sistema de Áreas Protegidas Privadas, que ya son más de 38 con una extensión total de 16.563 hectáreas.
La creación de estas reservas privadas se realizó a través de un convenio entre ambas partes (Estado y propietarios) por un plazo mínimo de 20 años, por el cual el propietario se compromete a conservar el espacio y como contraparte la cartera ecológica se compromete a brindar apoyo técnico y asistir a la reserva con su cuerpo de guardaparques. Además, un gran número de las reservas realizan una variada cantidad de actividades económicas referidas al cultivo, ganadería, turismo, actividad forestal entre otras.
En relación a la fauna, especies como el tapir, el oso hormiguero, el jaguar o yaguareté se encuentran protegidos desde 1989 como Monumento Natural Provincial y de Interés Público, que prohíbe su caza y posesión en todo el territorio misionero. En la selva, uno de los principales flagelos a la hora del cuidado son los incendios forestales, que el verano pasado afectó a algunas provincias, incluida Misiones.
«En cuanto a los incendios forestales el gobierno de Misiones tuvo una previsibilidad importante al hacer una inversión muy necesaria que es la compra de 3 helicópteros Airbus que tiene la posibilidad de ensamblarse con el sistema Bambi Bucket (sistema de baldes o cubos que cuelgan del helicóptero y sirven para transportar agua)», indicó Malagrida. Este sistema, «permite un ataque focalizado a los focos ígneos y sirve para atacar las laderas de los cerros, una función que no cumplen los aviones hidrantes», explicó.
El funcionario subrayó que para combatir incendios forestales «siempre es bueno tener algo más contra el fuego». Y añadió: «Lo que está en juego es nuestro principal activo, que es nuestra selva misionera, principal sumidero de carbono y más importante de la región», concluyó el ministro de Cambio Climático de Misiones.
Fuente: Tiempo Argentino.